26 nov 2012

Los muertos perfectamente previstos del tren

El Estado de Europa con más kilómetros de flamantes trenes AVE y menos coherencia territorial de la nueva red ferroviaria de alta velocidad mantiene en Cataluña 190 pasos a nivel en núcleos urbanos, carreteras y caminos, en los que se han registrado una veintena de atropellos mortales los últimos diez años, como el del pasado 23 de noviembre en pleno casco urbano de Salou, “playa de Europa”, por parte de un tren Euromed. Tan solo en el tramo de intensa circulación ferroviaria comprendido entre Tarragona y Vandellós subsisten siete pasos a nivel, dotados de barreras automáticas y señalización semafórica que no impiden los accidentes mortales. Los planes del gobierno central y del autonómico para sustituir gradualmente los pasos a nivel por un túnel de peatones o un vial elevado avanzan igual que las obras del corredor mediterráneo: “A este ritmo no se acabarán hasta el 2034”, declaraba el alcalde de Salou a raíz del último accidente. Los pasos a nivel en pleno núcleo de Salou, Sant Feliu de Llobregat o Figueres, entre otros, suman una llarga lista de atropellos mortales. Al mismo tiempo que
las obras de puesta al día de las líneas ferroviarias convencionals conocen esta situación, la red española de AVE solo se ve superada en extensión por la China y se sitúa escandalosamente por delante de Japón (2.250 km y 300 millones de usuarios), la de Francia (4.800 km y 110 millones de usuarios) y la de Alemania (2.000 km y 180 millones de usuarios). La inauguración del AVE Madrid-Valencia en diciembre de 2010 llevó a España a un elevadísimo total de 5.400 km de trazado ferroviario de alta velocidad en servicio para tan solo 16 millones de usuarios anuales, siempre sobre un mapa de centralismo radial pensado en beneficio de Madrid.
Los pasos a nivel y sus reiterados accidentes mortales pueden esperar, del mismo modo que la línea de AVE entre Barcelona y la frontera francesa, es decir la conexión con el continente europeo. Incluso cuando el AVE llegue directamente de Barcelona a Perpiñán en abril de 2013, aun no habrán ni comenzado las obras del trazado de alta velocidad de los 331 km que separan Barcelona y Valencia, pese a que estas dos zonas del corredor mediterráneo representan el 30 % del PIB, de la población, de las exportaciones y de la producción manufacturera de España. La actual previsión del gobierno central es que el tramo de alta velocidad Valencia-Barcelona se inaugure el año 2020. Entonces en el trazado convencional todavía habrá pasos a nivel con accidentes mortales perfectamente previstos.

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