17 feb 2015

Lady Chatterley tuvo que intentarlo tres veces, por lo menos

Lady Chatterley era una provocadora, enfrentada a la opresión moral del puritanismo imperante entre las clases dirigentes inglesas de la época. Creía que el amor carnal es un fruto natural y gozoso de la vida, una fuerza motivacional de rara intensidad que contrapesa el tedio de la rutina, una de las principales cargas energéticas disponibles, una demostración de que el poder del cuerpo no radica solo en la mente, un valor de conocimiento y una vía de experiencia desvinculada a menudo de las convenciones sociales y las normas estrictas. Creerlo y relatarlo representaba entonces una obscenidad. Ahora sabemos, además, que el personaje
literario creado por el escritor británico D.H. Lawrence en la novela de 1928 El amante de lady Chatterley se inspiró muy probablemente en su esposa, la baronesa alemana Frieda von Richtofen, y el amante italiano que tuvo, con conocimiento del escritor enfermo y disminuido, mientras el matrimonio vivía a Spottorno (Liguria, Italia).
Lady Chatterley en realidad fueron tres. La versión conocida de la novela es la tercera, escrita por el desclasado escritor dos años antes de morir tuberculoso en la localidad francesa de Vence, a los 44 años. En algunos países las tres versiones se han editado en un solo volumen bajo el título Las tres lady Chatterley. Las dos anteriores permiten apreciar la evolución estilística y moral del autor. La tercera y definitiva se publicó primero, en 1928, en Florencia, de forma clandestina por el contenido considerado obsceno. 
Estuvo prohibida hasta 1960 en Inglaterra y Estados Unidos. La traducción al catalán de Jordi Arbonès, publicada en 1979 por Edicions Proa, fue la primera íntegra aparecida en España, donde hasta entonces circulaban las traducciones latinoamericanas (desde 2001 se dispone de la traducción  de Francisco Torres Oliver en Alianza Editorial). La novela fue llevada al cine en 1981 (película sin ambición dirigida por Just Jaeckin y protagonizada por Sylvia Kristel y Nicholas Clay) y de nuevo en 2006 por la directora francesa Pascale Ferran con la misma falta de mordiente. 
Tan solo la tercera versión de la novela escrita por D.H. Lawrence introdujo el carácter y el lenguaje abiertamente sexual. Primeramente los amores del guardabosques Oliver Mellors con su ama y esposa de Sir Clifford Chatterley eran más castos, como en una historia romántica. En la tercera versión Lawrence maduró la convicción de que para ir contra las convenciones sociales precisaba decir las cosas por su nombre: la exaltación de los órganos sexuales de ambos amantes, la admiración sin velos de sus orgasmos, la apuesta por legitimar el uso de palabras explícitas (to fuck, cunt, cok). 
En la primera versión D.H. Lawrence intentó una vía menos comprometida: explicar el eros veladamente, según la más antigua tradición de la novela de amor a la manera occidental. El éxito, naturalmente, le vino a la tercera, como para reconocer que también somos animales (racionales), concretament mamíferos.

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