La independencia lo resolverá

Menos de cuarenta años atrás, el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Girona declaraba el 7 de noviembre de 1976 en un acto oficial, ante del gobernador civil: “Muchos de los problemas que hoy hemos citado, especialmente los infraestructurales, tan solo pueden resolverse con un auténtico marco que facilite su solución. Ese marco se puede obtener con el otorgamiento del Estatuto de Autonomía”.

Ahora ya sabemos claramente que el Estatuto de Autonomía, tan anhelado en el momento de cambio de régimen y recuperación de la democracia, no los ha
resuelto. Incluso el articulista Raymond Zhong del Wall Street Journal escribe esta semana que los catalanes “son víctimas de expolio fiscal y de discriminación por parte de Madrid”, a la vez que sitúa el apoyo a la independencia en un 40 % de la población de Cataluña. 

En menos de cuatro décadas se ha visto sustituido el objetivo de Estatuto de Autonomía por la independencia. Me pregunto si es tan sencillo como cambiarle el nombre al deseo y si no debemos preguntarnos también qué tenemos que mejorar en el planteamiento operativo del deseo para que sea algo más que eso y logre un viso de viabilidad, en un momento en que la derecha no se encuentra sometida a un cambio de régimen, sino todo lo contrario.