El ciclo de conciertos Barcelona Clàssics acaba de anunciar que su programación de la próxima temporada en el Palau y L’Auditori incluirá el mes de marzo la Sinfonía nro. 7 "Leningrado" de Shostakóvich, que el maestro Jesús López Cobos rebautizó “Sinfonía Ernest Llluch”, esta vez en la versión de la veterana directora norteamericana Marin Alsop (foto adjunta) al frente de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Viena. Ernest Lluch fue cobardemente asesinado a tiros en el aparcamiento subterráneo de su casa por un comando de ETA el martes 21 de noviembre del 2000. Al viernes siguiente
López Cobos debía dirigir la monumental Sinfonía núm. 7 “Leningrado” de Shostakóvich con la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Catalunya (OBC) en el Auditori barcelonés, una sala en que la presencia entre el público del melómano Ernest Lluch era muy frecuente.
López Cobos debía dirigir la monumental Sinfonía núm. 7 “Leningrado” de Shostakóvich con la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Catalunya (OBC) en el Auditori barcelonés, una sala en que la presencia entre el público del melómano Ernest Lluch era muy frecuente.
Antes de dar comienzo a la interpretación, con todos los músicos a punto en el escenario, López Cobos solicitó un micrófono para dirigirse al público a través de la megafonía. Al pie del podio del director, explicó con emoción contenida las circunstancias históricas en que la sinfonía fue escrita por Shostakóvich en 1942, en pleno asedio nazi de la ciudad, así como su significado de protesta contra todo tipo de fascismos. Añadió que aquella música recorría espacios de dolor, de muerte y destrucción, pero también abría la puerta a la esperanza.
Concluyó que aquella noche, después de que otra clase de fascismo asesinara a su amigo en Barcelona, la Sinfonía nro. 7 ya no se llamaría “Leningrado”, sino “Sinfonía Ernest Lluch”. Con estas palabras resonando aun en la sala, su batuta dio entrada a los compases de la marcha inicial, el llamado Tema del Diablo. Un sentimiento estremecedor sobrevoló entre el público. Toda la orquesta vibró de forma particular a lo largo de una interpretación que las condiciones del momento convertieron en excepcional, una de aquellas interpretaciones que la música en vivo reserva a los días especialmente intensos.
Pocas semanas más tarde la misma sala acogió la gran orquesta sinfónica del Teatro Mariinski de Leningrado, dirigida por el reputado especialista Valeri Gérguiev con la misma Sinfonía nro. 7 "leningrado" de Shostakóvich en el programa. Los asistentes a ambos conciertos casi consecutivos pudimos comprobar que esta última interpretación no alcanzó la intensidad de la anterior y que la distinta vibración de una misma música en vivo depende también de las circunstancias de cada día que la condicionan, que la hacen viva.
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