
No he puesto nunca los pies en un hipódromo y las carreras hípicas me dejan indiferente, pero experimento un entusiasmo indescriptible al comprobar que un diario de gran tirada permite a Fernando Savater divulgar su minoritaria y respetable pasión particular. Cuando yo he escrito y publicado libros sobre mis propias pasiones particulares alrededor de los cigarros habanos, el tango argentino o la cocina de los despojos i otras delicias puercas, junto a otros títulos míos de temática más convencional, me han tildado de escritor errático, inasible y disperso. Tengo todavía pendiente el libro que prometí por escrito sobre mi amor por las alcaparras. El repetido articule de hoy y de cada año de Fernando Savater en El País sobre el exótico derby hípico de Epson me anima, me excita.
0 comentarios:
Publicar un comentario