No creo en maldiciones legendarias, pero me parece que existen. Es la única explicación que encuentro a la insólita decisión de la Galería de los Uffizi de no organizar la magna exposición del séptimo centenario de la muerte de Dante Alighieri el año próximo en Florencia, sino en la pequeña ciudad de Forlì. Ni siquiera siete siglos después de su muerte Dante regresará a la ciudad natal, de la que abjuró en la Divina Comedia. Uno de los poetas más reconocidos de toda la historia y forjador de la lengua italiana moderna, nació en Florencia en 1265 y murió desterrado en Ravenna en 1321. Su estatua preside la plaza más amplia de Florencia, frente a la basílica de Santa Croce, en cuya interior se contempla el mausoleo del poeta. En realidad la estatua y el mausoleo pretenden disimular que Dante no murió ni se encuentra inhumado aquí. Florencia le
desterró en 1302 por culpa de las luchas políticas intestinas entre los dos bandos locales de güelfos y gibelinos. En el destierro escribió los 14.233 versos de la Divina Comedia, su viaje imaginario al infierno y al purgatorio de la mano del poeta latino Virgilio y al paraíso del brazo de la platónica Beatriz.
desterró en 1302 por culpa de las luchas políticas intestinas entre los dos bandos locales de güelfos y gibelinos. En el destierro escribió los 14.233 versos de la Divina Comedia, su viaje imaginario al infierno y al purgatorio de la mano del poeta latino Virgilio y al paraíso del brazo de la platónica Beatriz.
Le invitaron a regresar a Florencia en 1311 si se arrepentía públicamente. La negativa le costó la pena de muerte en contumacia, incluso contra los descendientes. Él correspondió maldiciendo en sus versos a los conciudadanos florentinos. Contra esta maldición aun no han logrado nada los numerosos intentos de rehabilitación planteados durante los últimos siglos por los florentinos. Sigue obstinadamente enterrado en Ravenna.
Florencia ha reconstruido la casa natal, ha anulado la antigua condena y le ha distinguido con todos los títulos honoríficos posibles, pero él rechazó en vida la primera amnistía y sus versos dejan muy mal parada la capital toscana. La historia y la justicia poética aun no han absuelto a Florencia de la expulsión de Dante. La Galería de los Uffizi no ha osado montar en Florencia la gran exposición del séptimo centenario de su muerte, en Ravenna.
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