Al recibir en 2013 el premio Nobel de Literatura, la escritora canadiense Alice Munro tenía 82 años y alegó motivos de salud para no acudir a recogerlo a Estocolmo. No quiso abandonar su mundo y el de su literatura, que siempre ha sido la comarca apartada del condado de Huron, en la provincia de Ontario. La decisión resultaba coherente con el estilo que le valió el galardón, incluso con el talante canadiense, un gigante desprovisto de ínfulas. Los cuentos y relatos cortos de la Munro reflejan un paisaje humano intenso y casi secreto que palpita bajo las apariencias rutinarias. Evocan los contrastes canadienses –y universales-- entre las apariencias de la supuesta vida beata de provincias y su fragor interno. Que la escritora no
recogiera personalmente el Nobel en Estocolmo era otra manera sencilla y natural de contrastar y positivar sin salir de casa.
recogiera personalmente el Nobel en Estocolmo era otra manera sencilla y natural de contrastar y positivar sin salir de casa.
El localismo adolece de un error de concepto, visto como expresión de espíritus de perímetro mental limitado, satisfecho de su pequeñez parroquial, chovinistas y carentes de amplitud. El error es utilizarlo como ridiculización. Lo nocivo es el exceso de localismo, en la misma medida que lo son las futilidades del abuso cosmopolita y el esnobismo frenético.
El cabo de Creus (foto adjunta) es pleno Pirineo, un paisaje pirenaico con los pies en el mar, el último pataleo que estrecha la cordillera en un puño y la deposita sobre las olas, el brinco impulsivo que da la cadena en el momento de zambullirse en e Mediterráneo con un estremecimiento presentido para nadar cuatro brazadas. La vastedad y el vacío cohabitan en el carácter isleño de la punta más oriental, más al Este, de toda la Península Ibérica. Abierta a los cuatro vientos, proporciona paradójicamente una sensación de recogimiento entre lo humano y la naturaleza, de conciliación entre el infinito y un balcón.
Constituye un punto privilegiado en numerosos aspectos, entre ellos para leer los relatos aparentemente “localistas” de la premio Nobel de Literatura que no fue a recoger el galardón.
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