Saskia Sassen |
orteguianos seguro que no se lo esperaban. Es cierto que Ortega y Gasset ejerció una influencia en Argentina, donde desembarcó por primera vez en 1916. Regresó en varias ocasiones para sus conferencias, hasta exiliarse brevemente allí durante la guerra civil española, antes de trasladar la residencia a Portugal y volver a Madrid al final de la Segona Guerra Mundial.
Escribió sobre Argentina, por ejemplo algunas divagaciones que tiempo atrás me interesaron sobre aquella inmensidad territorial, en el capítulo “La Pampa... Promesas”, del libro Intimidades (Obras Completas II, 1966). Su amistad con Victoria Ocampo dio algo que hablar, pero no pasó de ahí.
Más adelante Borges declaró: “En cuanto a Ortega y Gasset, no hay que exagerar su importancia aquí. En verdad no conversé con él más que una vez y guardo un recuerdo tan vago como de sus libros. Es cierto que no los frecuenté mucho; hay allí algunas ideas interesantes, pero el estilo es intolerable. Ortega, que era muy inteligente, tendría que haberse dado cuenta de que necesitaba un negro que le redactara los libros”.
Que se hable de nuevo de Ortega y Gasset de la mano de Saskia Sassen, ni que sea de forma tan retrospectiva, no deja de tener vicio.
0 comentarios:
Publicar un comentario