Cuando comencé a viajar a Italia compré en una librería romana el espléndido cartel a todo color de la entonces reciente exposición Del Tiziano al Greco: per la storia del manierismo a Venezia 1540-1590, montada en Venecia en 1981. El cartel reproducía casi a tamaño natural el cuadro “Venus y el amor”, del pintor holandés Lambert Sustris, uno de los numerosos ayudantes del taller veneciano de Tiziano. Presenta una reclinada Venus desnuda que juega con dos palomas blancas en el suelo mientras un puto (en italiano un angelito, un cupido) igualmente desnudito le enseña su flecha (foto adjunta). Tal como corresponde al manierismo pictórico italiano del siglo XVI, Lambert Sustris se entretuvo igualmente en pintar los detalles del lujoso diván sobre
31 ago 2019
28 ago 2019
El vino de la ermita a mil euros la botella y su consolación
Uno de los nuevos vinos míticos del Priorat es el llamado Ermita. Lleva el nombre de la ermita de Virgen de Consolación, situada en una loma del termino de Gratallops rodeada por las viñas viejas que lo producen, al pie de los riscos del macizo del Montsant. La añada Ermita 2013 alcanzó los 100 puntos del ranking mundial Parker y la botella se disparó de precio a 1.900€, aunque por lo general se sitúa “solo” entre 800 y 1.000€, casi todas vendidas en el extranjero. Ignoro si se me pondría bien en el estómago beber una botella de vino de ese precio, imagino que sí, pero de momento practico un placer equivalente y comprobado. De vez en cuando acudo a contemplar y acariciar las viñas viejas más caras del país en el camino a la ermita
26 ago 2019
El privilegio incrédulo de acariciar en secreto a la Venus de Siracusa
Si se expusiera en el Louvre sería más famosa que la Venus de Milo, pero se encuentra en el museo de Siracusa, una ciudad siciliana sin aeropuerto ni aglomeraciones. La Venus de Siracusa es capaz de convencer a los espíritus más reticentes sobre la concupiscencia que puede despertar un trozo de mármol descabezado y manco, la sensualidad de formas en el instante de salir del agua. Está muy bien colocada en un cruce de pasillos del museo y permite rodearla. El hecho de encontrarse en Siracusa y no en el Louvre permite algo más decisivo: acariciarla discretamente cuando nadie del escaso público lo ve. Todas las Venus son la corporización de un sueño. La de Siracusa establece a su alrededor un campo magnético perceptible, un mapa sinuoso del flujo linfático de la obra de arte. Acariciarla secretamente lo demuestra. Guy de Maupassant no exageraba al escribir en la narración La vie errante: "Es una
23 ago 2019
A mi Empúries todavía me conmueve, qué le voy a hacer
Ayer comimos con unos amigos en la casa del Pedró de Empúries como en un templo grecorromano construido –y renovado— en el punto más preciso de nuestra historia, justo encima de las ruinas de la antigüedad y de aquel mismo mar por donde vinieron a comerciar fenicios, griegos, romanos y ahora los turistas. En el puntito infinitesimal de Empúries, los autóctonos empezamos a divisar el mundo, a relacionarnos con los demás, a vivir conectados en red, también a plantar cara y competir, a ser quienes somos, mezclados, herederos distantes de aquellos iberos, fenicios, griegos, romanos, visigodos y tal vez algunos musulmanes. Empúries es la proa exacta de aquel mundo, mi mundo. “Mirar el mar es mirar el todo”,
21 ago 2019
El vino que trajeron los fenicios, no los romanos
La reciente noticia sobre cuatro yacimientos iberos en el Penedés y el Garraf con vestigios de semillas de uva del siglo VII a.C. y copas de vino traídas en aquella época remota por navegantes fenicios reafirma que la civilización no comenzó con la colonización romana. Al desembarcar los romanos por primea vez en Iberia a través del puerto griego e Empúries el año218 a.C., los comerciantes griegos ya llevaban cuatro siglos instalados aquí y hacía cinco siglos que los fenicios habían traído el cultivo de la viña, tal como demuestra de nuevo el reciente hallazgo. Los navegantes fenicios diseminaron el vino a lo largo del Mediterráneo, los navegantes griegos el cultivo de la viña y los colonizadores romanos los nuevos mercados. La
19 ago 2019
Los exotismos remotos suelen tener una réplica aquí mismo
Algunos van de vacaciones a lugares remotísimos y regresan con historias que consideran insólitas, por ejemplo la del Bosque Petrificado del estado norteamericano de Arizona, fruto de la lenta mineralización en clima desértico de vestigios vegetales y animales de milenios atrás, que estos días he visto expuesto a toda página en un diario de aquí. El exotismo atribuido a la lejanía suele tener réplicas mucho más cercanas que lo superan con frecuencia. En este caso, el bosque petrificado que sustenta toda la ciudad de Venecia, levantada materialmente encima de una jungla tupida de troncos hundidos cabeza abajo en la laguna para servir de cimentación a cada edificio. Esos troncos se han petrificado con el paso de los
17 ago 2019
Algunos salen del armario, Ramón y yo salimos del túnel
Llevo tiempo repitiéndole: “Ramón, tenemos que salir del túnel”. Él no encontraba nunca el momento y ayer, finalmente, lo cumplimos. El periodista de Portbou Ramón Iglesias y yo atravesamos a pie el túnel ferroviario fronterizo que une Portbou con Cerbère y, de paso, dos mundos distintos. Comprendo que a mucho les pueda parecer una tontería, pero a nosotros también nos lo parecen tantas otras cosas que movilizan a las multitudes. A Ramón la iniciativa de ayer le llevaba a revivir la aventura infantil de acudir por el camino más corto con la pandilla de amigos a las fiestas de Cerbère (donde las chicas eran francesas) y volver. A mi el deseo impetuoso de palpar casi de forma cutánea un
14 ago 2019
Ayer pasé un frío casi orgásmico arriba del Montseny
Imaginé que si el día de ayer se nublaba en algún momento, podría hacer frescoallá arriba. Llevé un suéter de algodón en en la mochila, por si acaso. El anfitrión me recibió con un jersey de lana puesto, que no se quitó en todo el día. Comprendí por qué. Antes de comer nos instalamos a la sombra acogedora de un tilo monumental. La copa de hojas vibrátiles llegaba casi al suelo y formaba una geoda vegetal fresquísima. Mientras charlábamos, Amadeu Cuito se abotonó el suéter de lana y yo subí la cremallera del mío hasta la nuez del cuello. Mi incredulidad me impedía admitir que estaba pasando frío en un mediodía soleado de agosto, sin embargo era frío auténtico en plena canícula. Me pareció un placer casi orgásmico. El aroma excelso
13 ago 2019
La historia fantástica del cuadro encontrado en el pueblo ampurdanés de Lladó
Ayer acudimos con el colega Josep Playà Maset i la arquitecta Adela Geli Anticó a hacer una visita intencionada y precisa al pequeño municipio de Lladó, a catorce km de Figueres. La mayoría de visitantes, antes de entrar en alguno de los restaurantes que motivan su desplazamiento, suelen echar un vistazo a la portada románica de la canónica de Santa María y los monumentales ocho plátanos que ennoblecen la plaza mayor con una de las sombras más distinguidas de la comarca. Yo me dirijo a otro ángulo y quedo absorto ante el caserón porticado del que aun me parece que sale el grito espeluznante del pintor Marià Llavanera en el momento de morir el domingo 6 de noviembre de 1917, tal como lo describió el testigo presencial Josep
9 ago 2019
La aventura creciente de decirnos que llegaremos a octogenarios
Las estadísticas aseguran que muchos, cada vez más, llegaremos a octogenarios. Ahora se trata de que esto se traduzca en políticas de tercera edad en los presupuestos públicos, en lugar de ser las primeras en recortarse como ocurre hoy. Sin embargo las estadísticas y los presupuestos no lo explican todo. Otra certeza nos recuerda que envejecer no es embellecer, que conviene promover la parte excitante de la pérdida gradual de belleza oficial y poner el acento en otro tipo de belleza menos aparente aunque más consolidada, probada y útil. El craquelado de la pintura antigua puede ser más valioso que el barniz reluciente, pese a que el bombardeo mediático no lo reconozca. Maduro no significa a punto de descomponerse. No se trata de
7 ago 2019
Las varas de nardo acaban de llegar a mi florista
Llevaba días rondando con insistencia a mi florista habitual para preguntarle si habían llegado las varas de nardo, ahora que es tiempo. Me repetía que debían estar al caer y ayer, finalmente, comparecieron. Salí de la tienda enarbolando mi vara como si fuese un trofeo, un trofeo de la cultura de uso cotidiano y a la vez extraordinario de las pequeñas cosas. Se trata de una de las flores más exquisitas y fragantes del repertorio anual. No es preciso nada más que una de estas varas para ungir la mesa de trabajo en casa con un aire más fino, la pasión de un perfume, la vibración de una presencia, el leve misterio y la humilde joya de una flor. Amar las flores predispone a participar un poco del secreto de la belleza. Mi camino de iniciación a la lírica de les flores se produjo tiempo atrás en el Keukenhof, el parque floral más extenso de Europa, entre Amsterdam
5 ago 2019
La finca y los jardines de Cap Roig, un sueño a medias
Al comprar con dinero público en 1969 la finca litoral del castillo y los jardines de Cap Roig en Calella de Palafrugell por parte de Caixa de Girona, la escritura estipulaba por deseo de los propietarios, el matrimonio Voevodsky, que en adelante se consagraría al uso público. Caixa de Girona fue absorbida por La Caixa. Desde 2001 se organiza un festival musical de verano, con gradas montadas en los jardines para más de 2.000 espectadores y las zonas de aparcamiento en el perímetro. Ahora La Caixa ha presentado un plan urbanístico para construir en el interior de la finca dos edificios más de nueva planta, aprobado por los servicios de Urbanismo de la Generalitat y por los dos ayuntamientos implicados (Palafrugell y Mont-ras). La entidad SOS Costa Brava ha presentado un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya para
3 ago 2019
Regreso a la pinacoteca milanesa de Brera con un solo objetivo
La ciudad de Milán es una de las que suma más conexiones aéreas y más baratas. Cada vez que voy entro en la Pinacoteca de Brera con un solo objetivo. Los visitantes de museos suelen recorrerlos de forma maratoniana, yo prefiero ver una obra determinada. Me encamino directo a lo que me interesa, me concentro en una limitación asumida y me parece más gratificante que el generalismo. La bulimia y la novedad ya las pasé en su momento. En la milanesa Pinacoteca de Brera (segundo museo italiano por la riqueza de sus colecciones después de los Ufizzi de Florencia) mi elección es la Sala 24. Tan solo contiene tres cuadros, tres grandes obras maestras. La propia sala --las paredes—es la cuarta. La remodelación de este
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