La quimera, la fiebre de la búsqueda de oro resurge con periódica frecuencia allí donde menos se la espera. Ahora un empresario de Benavent de Segrià (Lleida) acaba de presentar a las autoridades una solicitud de búsqueda minera de oro al lo largo de los municipios de la Vall de Ribes (Ribes de Freser, Campelles, Pardines, Queralbs, Toses y Planoles). En la comarca antiguamente minera ya se habían extraído ínfimas cantidades de oro mezclado con la pirita. Esta semana el empresario se reunirá con alcaldes y organizaciones ecologistas que se oponen al proyecto por el posible impacto ambiental. El último episodio agudo de la fiebre de oro en Catalunya remonta a 1979, cuando lanzó las
campanas al vuelo el propietario de una cantera de granito de Escunhau, en la Vall d’Aran.
campanas al vuelo el propietario de una cantera de granito de Escunhau, en la Vall d’Aran.
La localidad vivía de la leche y los terneros, antes de pasar al monocultivo de los esquiadores. De golpe vio desembarcar una nube de periodistas ávidos de noticias sensacionales. El diario barcelonés El Correo Catalán llegó a titular, en su edición del 17 de marzo de aquel año: “Las minas de oro más rentables del mundo, en la Vall d’Aran“.
La dirección general de Minas del ministerio de Indústria se vio obligada a divulgar una nota oficial para aclarar que los indicios de existencia de oro detectados de vez en cuando en algún punto del territorio no equivalen a la existencia de un yacimiento explotable en condiciones rentables. Dado que el suministro de agua de Vielha procedía de fuentes próximas a la cantera de Escunhau, algunos araneses dejaron correr el agua de los grifos de casa todo el día para filtrarla con la esperanza de recoger algunas pepitas de oro. Hasta que la fiebre se disipó tal como había aparecido.
También es cierto que la mina de oro más importante de Europa occidental ser hallaba, hasta que cerró en 2004 por falta de rentabilidad, bien cerca del Pirineo: en la localidad francesa de Salsigne, próxima a Carcasona. En todo el mundo se producen unas 150 toneladas anuales, la mitad en les minas de la República Surafricana. En España la última empresa de extracción de oro, en las minas asturianas de Río Narcea, cerró en 2006.
No importa, la quimera del oro reaparece con una frecuencia incombustible, mítica. Cada año se celebra en aguas fluviales itinerantes un Campeonato Mundial de Buscadores de Oro, aunque este certamen está más enfocado a vacaciones de recreo de los amateurs de la especialidad. La edición mundial del pasado año tuvo lugar en Navelgas (Asturias). Veremos si el río Freser se apunta a partir de ahora.
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