El hecho de no querer citar el nombre del alcalde socialista Pasqual Maragall en los documentos oficiales del actual Ayuntamiento de Barcelona sobre el 20 aniversario de los Juegos Olímpicos de 1992 que se conmemora el próximo mes provocó ayer la ausencia del grupo municipal socialista en el acto de presentación, y provoca la indignación de cualquier ciudadano de mentalidad mínimamente normal. En efecto, la nota de prensa del acto silenciaba el nombre del alcalde olímpico, del mismo modo que la omisión ya se produjo en la declaración institucional sobre el 20 aniversario de los Juegos de Barcelona aprobada por el pleno municipal el 27 de abril. Cuesta creer que el ejercicio de la política pueda alcanzar
tales extremos miserables y que no se acabe imponiendo el sentido común más elemental, por no decir la gratitud institucional hacia el hombre que simboliza la operación más lograda de la administración pública de este país desde la reinstauración de la democracia. Que posteriormente Pasqual Maragall arrebatara el gobierno de la Generalitat al partido que hoy gobierna el Ayuntamiento no debería tener nada que ver, como tampoco que se distanciase o le distanciasen de su propio partido. La concejal de Deportes del actual Ayuntamiento ha declarado que “la ciudadanía no entendería que se hicieran grandes gastos para esta efemérides” y que ni tan solo se volverá a encender el pebetero del estadio olímpico como en otras ocasiones. Creo más bien que lo que la ciudadanía no entendería son otras cosas.
tales extremos miserables y que no se acabe imponiendo el sentido común más elemental, por no decir la gratitud institucional hacia el hombre que simboliza la operación más lograda de la administración pública de este país desde la reinstauración de la democracia. Que posteriormente Pasqual Maragall arrebatara el gobierno de la Generalitat al partido que hoy gobierna el Ayuntamiento no debería tener nada que ver, como tampoco que se distanciase o le distanciasen de su propio partido. La concejal de Deportes del actual Ayuntamiento ha declarado que “la ciudadanía no entendería que se hicieran grandes gastos para esta efemérides” y que ni tan solo se volverá a encender el pebetero del estadio olímpico como en otras ocasiones. Creo más bien que lo que la ciudadanía no entendería son otras cosas.
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