La historia la suelen a escribir los vencedores, al menos en primera instancia, tal como se comprueba de nuevo estos días con la conmemoración del 40 aniversario del histórico congreso de Suresnes (París) del PSOE, que significó la toma de poder interna de los jóvenes sevillanos del “clan de la tortilla” y la marginación del dirigente valenciano Rodolfo Llopis, secretario general en el exilio desde 1950. La sed de renovación y de poder de Felipe González y su equipo no fue tierna con el predecesor, presentado como un hombre de otra época, per no decir un reaccionario socialdemócrata. A Rodolfo Llopis no le quedó más remedio que
escindirse y fundar un efímero PSOE-histórico, con el que la historia no tuvo tampoco ninguna consideración.
escindirse y fundar un efímero PSOE-histórico, con el que la historia no tuvo tampoco ninguna consideración.
Menos de diez años después del congreso de Suresnes, Felipe González alcanzaba la presidencia del gobierno español, en la que se mantuvo hasta 1996. El espectro de Rodolfo Llopis se desdibujó del todo, hasta que en noviembre de 1992 la cumbre semestral franco-española se celebró en Toulouse, encabezada por el presidente Mitterrand y Felipe González. En una gran ciudad del sur francés tan vinculada al exilio republicano español, González no podía dejar de hacer algún gesto hacia la sacrificada generación anterior, incluido Llopis, quien residió durante décadas en la vecina Albí, donde fue enterrado.
A raíz de su desplazamiento a aquella cumbre, Felipe González recibió a dos hijos de Rodolfo Llopis, Rodolfo y Ana, en la prefectura de Albí. Se produjo un corto diálogo, cargado de reticencia mutua, que los medios de comunicación lograron captar. El hijo le espetó: “Reconocerá usted que mi padre tenía razón en muchas cosas y que ustedes han aceptado una parte importante de sus planteamientos sobre el Mercado Común, la OTAN y la socialdemocracia”. Felipe González era gato viejo desde joven, y le contestó: “Su padre tenía razón en muchas cosas y no me importa reconocerlo, pero vale más rectificar a tiempo que no hacerlo nunca”.
Es muy probable que en la conmemoración de estos días del 40 aniversario del congreso de Susresnes no se hable mucho de Rodolfo Llopis. También es cierto que en aquel congreso el PSOE defendía la autodeterminación de los pueblos de España y una república federal.
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