Llevo tiempo pensando –y no sé se lo he dicho alguna vez— que si algún día Laura Simó decidiese cantar tango argentino lo haría fabulosamente bien, igual como despunta en el jazz y la canción melódica con su privilegiada voz. Ese día imprevisto llegó ayer domingo en el Auditori Enric Granados de Lleida, con motivo del concierto sinfónico con la Orquestra Julià Carbonell y el pianista Albert Guinovart. Se trató de una colaboración limitada por parte de Laura Simó a la interpretación vocal de unos tangos del programa, pero fue la confirmación bajo los focos de mi vieja convicción, aunque la cantante se viese mal emplazada en un
extremo desértico del escenario y mal amplificada por la sonorización al comienzo.
extremo desértico del escenario y mal amplificada por la sonorización al comienzo.
El concierto titulado “Los mejores tangos con la OJC y Albert Guinovart” presentó los arreglos sinfónicos que el pianista y compositor grabó en 1998 en el CD “Infamia. Tangos de Barcelona” con la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya, editado por el sello Decca. En aquella ocasión la vocalista fue la norteamericana Julia Migenes, ayer asumió el papel Laura Simó.
Repetían los otros dos pilares destacados de la iniciativa de 1998 al lado de Albert Guinovart: el bandoneonista Marcelo Mercadante (de una carrera musical muy activa, la noche anterior tocó con su quinteto en Girona y al día siguiente lo hacía en el Astrolabi barcelonés con el dúo que forma junto al guitarrista Gustavo Battaglia) y la violinista Olvido Lanza (que es nuestra Viktoria Mullova aunque una parte del país no se haya enterado). El contenido de aquel CD no subió al escenario en vivo, carencia que quedó reparada ayer en el Auditori de Lleida.
Quizá era lógico que en Lleida no se utilizase el título “Infamia. Tangos de Barcelona” del repertorio sinfónico que presentaban. No impide que la apuesta de Guinovart a favor del tango fuese idéntica, con el único añadido como obertura de la pieza “Terra”, de su propio concierto para piano y orquesta, estrenado en 2012. Todos los demás temas procedían del disco de 1998, incluido el exquisito “Tango en re mayor” de Isaac Albéniz (de la Suite España op. 165), que es una habanera como una casa, para recordar el nacimiento mestizo del género argentino.
No todo fueron tangos. El programa también incorporó la célebre copla española “Tatuaje”, de Manuel Quiroga y Rafael de León (alterna en las estrofas el ritmo de vals con el de tango) y la canción mexicana “Júrame”, de María Grever.
Formaron parte igualmente del concierto los tangos escritos por Guinovart, “Arrebato” (instrumental compuesto inicialmente para el musical Desconcerto grosso) y “Lo más profundo es la piel”, con letra de Manuel Vázquez Montalbán para el musical Flor de nit. El pianista también ha escrito la banda sonora de la película norteamericana Valentina's Tango (2006), del director Rogelio Lobato, editada en CD por el sello barcelonés Tritó, del que ayer interpretó una suite.
Ahora que se ha visto cumplido mi sueño improbable de escuchar a Laura Simó cantando tango, ya solo me falta que algún día igualmente imprevisto resucite como hizo Lázaro el inolvidable dúo Estamos Reunidas que formó con Carme Canela, la otra gran dama de todos los géneros de Barcelona. A poder ser con Guinovart al piano, Mercadante al bandoneón y Olvido al violín, con una gran orquesta detrás. Hasta aquel día Barcelona no será una ciudad cosmopolita ni Catalunya un país decente, por más que digan.
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