Dos días después de hacerlo al festival de verano de Madrid y ayer en Valencia, hoy viernes suben al escenario del Festival de Pedralbes barcelonés (entradas de 148 € a 58 €) los septuagenarios Toquinho y Maria Creuza, abrazados todavía a la fama del letrista Vinícius de Moraes y al disco que grabaron con él en 1970 en el café-concierto La Fusa de Buenos Aires. Vinícius de Moraes murió en 1980, sin embargo el nombre d’O Poetinha sigue siendo un reclamo. Él revolucionó las canciones de amor, cambió el concepto narrativo heredado de los boleros y antiguas baladas por una nueva descripción de la sensibilidad de la clase media urbana, un lenguaje espontáneo de oralidad coloquial, una nueva economía literaria, una lírica llana,
sensual y musitante, frente a la exuberancia grandilocuente de los estilos anteriores. Acabó cayendo en el romanticismo almibarado de siempre, pero a su manera.
sensual y musitante, frente a la exuberancia grandilocuente de los estilos anteriores. Acabó cayendo en el romanticismo almibarado de siempre, pero a su manera.
Siempre será el autor de la letra de “Eu sei que vou te amar”, "Chega de saudade", “Tarde em Itapoa” o "Garota de Ipanema". “Eu sei que vou te amar, por toda a minha vida vida eu vou te amar”… En realidad, tal como ha recordado de nuevo estos días Toquinho, el autor de esos versos se casó o aparejó hasta nueve veces, contando solamente las parejas “estables”, siempre mucho más jóvenes que él...
Licenciado en Derecho, entró en el cuerpo diplomático, ocupación que le permitió vivir en Los Angeles de 1946 a 1950 y en París de 1953 a 1956, el año del retorno a Rio para dedicarse a la carrera literaria y al estreno de la obra de teatro Orfeu da Conceição, que determinó su futuro. Entre 1958 y 1965 escribió más de cincuenta letras con Jobim, cuarenta con Baden Powell, trenta con Carlos Lyra, veinte con Edu Lobo, además de colaboraciones con Pixinguinha, Ary Barroso, Moacyr Santos, Toquinho y otros. Las letras de Vinícius eran tan simples como las anteriores, aunque con un nuevo léxico y una nueva actitud, como los boleros coetáneos del mexicano Armando Manzanero.
Uno de los grandes cronistas de la prensa brasileña, Rubem Braga, dejó uno delos retratos más ceñidos del irrepetible Vinícius de Moraes. El periodista asistía a uno de los shows del viejo amigo cuando este exclamó en el escenario, en uno de sus suspiros poéticos: "Ah, la cosa més hermosa del mundo es comer un buen pastel al lado de la mujer amada"... El cronista, oculto en la platea, rompió el silencio para replicar en voz baja: "Está bien gagá, es mucho mejor comer a la mujer amada al lado de un buen pastel".
Ya sé que las letras amorosas de Vinícius hacen trampa muchas veces, sin embargo yo también pagaría más de 50 € para escuchar en vivo una buena interpretación suspirante de: “Eu sei que vou te amar, por toda a minha vida eu vou te amar”…
I anit, dijous, actuaren als Vivers de València, junt a la interessant Thais Morell que, a més de telonera, va fer un duo molt competent amb el Toco.
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