Este fin de semana se ha estrenado en cines la espectacular película Dunkerke sobre la huida de 340.000 soldados ingleses y franceses a través de aquel puerto atlántico francés del Canal de la Mancha, a raíz de la imparable invasión alemana de junio de 1940, al comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Nada que ver con la resonancia del mismo puerto cinco años más tarde, con motivo del desembarco aliado. El general francés responsable del operativo de evacuación en Dunkerke en 1940 fue Bertrand Fagalde, tristemente conocido un año antes por los 450.000 refugiados republicanos españoles que él mismo recibió en
condiciones humillantes en la frontera pirenaica de El Pertús.
condiciones humillantes en la frontera pirenaica de El Pertús.
Los civiles españoles fueron dispersados bajo sus órdenes en trenes de mercancías hacia el interior de Francia, los milicianos se vieron amontonados sobre la arena de las playas desnudas de Argelés, Sain-Cyprien y Le Barcarés en pleno mes de febrero de 1939, sin ninguna instalación de cobijo durante las primeras semanas.
El Plan de Barrage desplegado en la frontera pirenaica catalana por el ejército francés dirigido por el general Fagalde comprendió 50.000 gendarmes y soldados. Tuvieron el mal gusto de incluir a la caballería colonial africana del Regimiento nro. 7 de Spahis argelinos --con sables y turbantes-- y los Regimientos nro. 5 y 24 de Tiradores Senegaleses con base en Perpiñán, que tanto recordaban a los refugiados republicanos españoles la crueldad de los "moros de Franco”.
Los 50.000 militares franceses movilizados en 1939 sirvieron exclusivamente para desarmar, cachear y conducir los refugiados a pie hasta los campos de concentración y vigilarlos en su reclusión.
Durante aquellos dramáticos días el militante comunista François Billoux presenció en El Pertús la siguiente escena reveladora: "Un coronel francés lanzó con desdén la frase: '¿Es este el ejército republicano español?'. Un joven teniente español, ayer peón de la construcción en Madrid, metalúrgico en Barcelona o jornalero en Extremadura, le miró orgullosamente y le respondió: 'Mi coronel, solo deseo que cuando Hitler ataque Francia el ejército francés aguante tanto tiempo como este del que ahora usted se burla'" [En el libro 968 jours de lutte (La guerre nationale et révolutionnaire du peuple espagnol). Editions Sociales, París 1962].
En efecto, llegado el momento un año más tarde, el ejército francés no aguantó ni un mes. Los alemanes entraron en París el 14 de junio de 1940 sin combates militares ni resistencia civil, igual como habían caído el año anterior Barcelona y Madrid.
El general Fagalde se distinguió de nuevo en Dunkerke, aunque fue por la huida que dirigió de las tropas francesas y británicas hacia Gran Bretaña, barridas y empujadas al mar por la Wehrmacht. Durante diez días embarcaron como pudieron 340.000 soldados derrotados: 220.000 de la fuerza expedicionaria británica y 120.000 franceses. A la llegada de los franceses vencidos a Inglaterra, a nadie se le ocurrió encerrarlos en ningún campo de concentración, como hicieron un año antes con los españoles.
El general Fagalde fue capturado y encarcelado en Alemania a raíz de aquella operación. Se vio condenado en Francia durante la posguerra por “inteligencia con el enemigo”, con motivo de las cartas que dirigió en cautividad en 1944 ofreciéndose voluntario para incorporarse a las Waffen SS. Posteriormente fue rehabilitado, como la mayoría de colaboracionistas franceses con el ocupante alemán.
0 comentarios:
Publicar un comentario