8 jun 2018

Los libros más clásicos servidos con el método más moderno

Sabía cómo funcionaba el invento, pero quería verlo con mis ojos. La eficacia del resultado la daba por descontada, ahora me interesaba el procedimiento visto in situ, en vivo. Llegado al número 60 de la Rue Monsieur le Prince, cerca de la Sorbona y los Jardines del Luxemburgo, empujé la puerta de la librairie des puf. La marca se presenta escrita en minúsculas, dando por entendido que los clientes saben que la sigla significa Presses Universitaires de France. Me dirigí a la librera respetando escrupulosamente los saludos formales de rigor, que aquí encarnan una forma de convivencia, un sistema de trato de obligado cumplimiento. Le notifiqué que deseaba adquirir un determinado volumen del catálogo de la colección Que-sais-je? editado
años atrás. Me pidió que aguardara unos instantes. Esta legendaria librería se encontraba hasta 2006 en la esquina de la plaza de la Sorbona con el bulevard Saint-Michel, como una institución inamovible, hasta que el alquiler fue absorbido por una marca de ropa masculina. La turbación del mundo cultural francés duró poco, gracias a la reapertura en la dirección actual dentro del mismo Barrio Latino.
La primera editorial francesa en materia de ciencias humanas y sociales dispone de un catálogo de 5.000 títulos. Su nueva librería alberga a la vista del público un artefacto dinosáurico, bautizado Espresso Book Machine. Permite imprimir cualquier título del catálogo en cinco minutos. “Lo que la prensa de Gutenberg hizo por Europa el siglo XV, la digitalización y la Espresso Book Machine lo harán por el mundo de mañana”, proclama el fabricante americano Xérox. 
El sistema sale algo más caro: 3,50€ de coste de producción contra 1,70€ las tiradas en las imprentas digitalizadas actuales (juraría que a les de aquí aun les sale más barato, por los costes salariales inferiores). El sobrecoste se ve compensado por la ausencia de gestión de stocks. 
No se podría aplicar a una librería corriente porque debería disponer de los ficheros PDF de todos los libros en venta, un capital que los sellos editoriales no tienen intención de ceder. Las PUF se lo pueden permitir porque son a la vez editor, distribuidor y librero del fondo propio. 
Salí contento y satisfecho con el libro deseado, por el que pagué 9€.




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