El otro día remiraba pausadamente al empresario químico Antoni Esteve Cruella durante un acto público y cavilaba a quién me recordaba tanto aquella cara y aquella pose. No conseguía descifrar dentro de mi memoria de fisonomías el parecido que me rondaba por la cabeza con insistencia, hasta que de pronto se me encendió la lucecita. Este representante de la industria catalana familiar se parece mucho al célebre pescador palafrugellense Sebastià Puig Barceló, el Hermós, amigo de Josep Pla y protagonista de algunas de sus memorables narraciones. Se da el caso que el empresario Antoni Esteve Cruella se crió –durante los veranos, se entiende—en Calella de Palafrugell, como el Hermós. También se da el caso que su potente
empresa familiar Esteve Química está asociada en algunos negocios, por ejemplo los Laboratorios Isdin, con otra destacada saga catalana de empresarios con segunda residencia de toda la vida en Calella de Palafrugell, los Puig de la multinacional de perfumería y moda, casualmente homónimos del Hermós… Naturalmente, el apodo de Hermós fue adjudicado al pescador por sus facciones, que Pla califica de “simiescas”. La educación y la elegancia del empresario Antoni Esteve no tienen nada que ver con las del Hermós, pero algo de su aspecto me recuerda al célebre personaje real planiano de forma poderosa, inevitable y honorífica.
empresa familiar Esteve Química está asociada en algunos negocios, por ejemplo los Laboratorios Isdin, con otra destacada saga catalana de empresarios con segunda residencia de toda la vida en Calella de Palafrugell, los Puig de la multinacional de perfumería y moda, casualmente homónimos del Hermós… Naturalmente, el apodo de Hermós fue adjudicado al pescador por sus facciones, que Pla califica de “simiescas”. La educación y la elegancia del empresario Antoni Esteve no tienen nada que ver con las del Hermós, pero algo de su aspecto me recuerda al célebre personaje real planiano de forma poderosa, inevitable y honorífica.
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