12 ago 2015

El Mediterráneo, fosa común de refugiados y vergüenza de gobiernos

 También publicado en Eldiario.es

El alud de refugiados que atraviesan el Mediterráneo a la desesperada, dentro de un caos absoluto, se ha situado durante el primer semestre del presente año en 224.479 personas, de las que 2.100 han perecido, convitiéndolo en una nueva fosa común. Las cifras se encuentran en aumento respecto al año anterior, según las cuentas de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR). El mismo organismo ha reiterado su petición de un plan de emergencia con medidas “urgentes, globales y duraderas” a los gobiernos europeos implicados, quienes han contestado que tienen previsto celebrar una cumbre sobre el tema el mes de noviembre en La Valeta (Malta) y descartan una reunión de urgencia, que es como decir que no piensan hacer nada. La agencia de control de fronteras de la Unión Europea (Frontex) declara haber recibido tan solo un 16 % de los recursos materiales y humanos que los 28 gobiernos de la UE se comprometieron a facilitarle a raíz de la cumbre extraordinaria sobre la
cuestión celebrada el mes de abril. Los tres barcos con personal de Médicos Sin Fronteras que patrullan el Mediterráneo han rescatado a 11.000 personas los tres últimos meses: “Estamos haciendo de guardacostas, cubrimos un vacío porque Europa no hace su trabajo”, ha manifestado Paula Farias, responsable de operaciones de esta ONG en el Mediterráneo.
El primer ministro griego Alexis Tsipras, abrumado por la cantidad de inmigrantes que se amontonan en campos de refugiados de fortuna, centros de detención o cualquier lugar público del territorio heleno, ha reclamado igualmente: “Ahora es el momento de ver si la UE es la UE de la solidaridad o la UE de los intereses económicos en la que cada uno mira por su frontera”. 
El 55 % de los refugiados lo intentan ahora por el Mediterráneo oriental, desde Turquía hasta las islas griegas del mar Egeo. La precaria situación económica en Grecia les parece un auténtico paraíso en comparación con las que les lleva a huir de Siria, Eritrea, Afganistán, Nigeria o Somalia. Según Médicos Sin Fronteras, el 83 % de los inmigrantes cumplen los criterios establecidos por las instituciones europeas para obtener el estatuto de refugiados y los gobiernos europeos no quieren asumirlo. “La vergüenza de Europa está en el fondo del mar”, remata Paula Farias. 
Joan Manuel Serrat lo preveía en su “Plany al mar”, que volvió a cantar el pasado mes de julio en el teatro Grec de Barcelona, acompañado en este tema por Sílvia Pérez Cruz: “Bressol de vida, camins de somnis, 
pont de cultures, ai qui ho diria, ha estat el mar: mireu-lo fet una claveguera. On són els savis i els poderosos 
que s’anomenen, 
a qui ho diria, conservadors: mireu-lo fet una claveguera, 
ferit de mort. Quanta abundància, quanta bellesa, quanta energia, 
ai qui ho diria, feta malbé per ignorància, per imprudència,
 per inconsciència i per mala llet. Jo que volia 
que m’enterressin 
entre la platja, 
ai qui ho diria,
 i el firmament

, i serem nosaltres, 
ai qui ho diria, 
els qui t’enterrem”... 
Las escenas de horror proporcionadas por esta crisis humanitaria en las playas de la orilla europea del Mediterráneo, en plena temporada turística, llevan ya tiempo sin provocar ni frío ni calor a los gobiernos europeos implicados. No piensan hacer nada.

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