Ayer el diario traía la esquela de Josep M. de Vehí Gatius, fallecido en Palafrugell a los 88 años, heredero del fortificado y restaurado Mas Borrrull o castillo de Santa Margarida que despunta a la salida de la villa en dirección a Llafranc y Calella. En la esquela figuraba debajo del nombre la condición de Caballero de Real Estamento Militar del Principado de Gerona. Formaba parte de la nobleza por herencia y le recuerdo vivamente como payés por vocación y por hobby. Cuando me desplazaba cada día entre Palafrugell y Calella solía dejar de lado la autovía estrenada el 1967 y tomaba la carretera vieja. Después del primer cruce de Ermedás, la carretera vieja describe una curva cerrada que rodea la propiedad del Mas Borrull. A la
salida de la curva encontraba casi siempre a Josep M. de Vehí Gatius encima del tractor mientras se entretenía labrando sus campos o bien a bordo de un minúsculo Fiat Panda con que iba de aquí para allá.
salida de la curva encontraba casi siempre a Josep M. de Vehí Gatius encima del tractor mientras se entretenía labrando sus campos o bien a bordo de un minúsculo Fiat Panda con que iba de aquí para allá.
Me gustaba la historia local y conocía la de aquel “marqués” inaparente. Decían que heredó todas les tierras de aquel lado entre la villa y el mar. Los sábados por la tarde me lo encontraba más arreglado, cuando coincidía con él y su señora, María Rosa Falgás Mató (en la foto, de 1993), en el bar calellense de Can Batlle, punto de cita obligada de nuestras pandillas respectivas para decidir dónde iríamos a cenar. También ayer en Palafrugell cumplió 90 años en exquisita forma física uno de los puntales de aquellas pandillas, el amigo compositor y cantante Josep Bastons.
La familia rentista de los Borrull entroncó con la bisbalense de los Vehí el siglo XIX y regentó distintas propiedades en la comarca. El abuelo senador Josep M. de Vehí Ros y el padre Josep de Vehí de Cabrera empezaron a restaurar al Mas Borrull o castillo de Santa Margarida. El hereu, nacido en Palafrugell en 1929, decidió en su juventud adoptar esta propiedad como primera residencia y dedicarse a su explotación agrícola y ganadera.
Se convirtió en payés, incluso en el aspecto. A comienzos de la década de los 1980 abandonó la idea. Destinó las casas de la finca a alquiler de segunda residencia para barceloneses acomodados, aunque él vivía ahí y se seguía entreteniendo con el tractor.
Los años turbulentos de la transición democrática le alcanzaron un poco mayor, a contrapie. Las vacas desaparecieron de la finca. En su lugar aparecieron las discotecas en forma de modernos entoldados, las “carpas” de moda de las noches de verano, aunque yo le seguía viendo entre semana encima del tractor y los sábados de invierno en el bar calellense de Can Batlle. Era el señor con título nobiliario que no deseaba parecerlo.
Josep Bastons agarraba la guitarra en el bar de Can Batlle y hacía participar a la concurrencia en las viejas habaneras, sin gritar. El señor del Mas Borrull se lo miraba desde la barra con un punto de incredulidad, pero de cerca.
BUENA PINZELADA DE DOS PEIXOS FREGITS...VEHI VIVIO COMO LE APETECIA COMO UN PAYES, AUNQUE FUESE MARQUES,EN LA MEJOR FINCA DE PALAFRUGELL...
ResponderEliminarLa meva mare, a qui li ho acabo de comentar, em diu que van néixer el mateix dia, que tenien la mateixa llevadora, que anava d'una casa a l'altra. Tot i que ell era una persona important, tenia el tractament de "Don" em diu, per corroborar-ho, però es veu que no ho semblava gens.
ResponderEliminarLa meva mare, a qui li ho acabo de comentar, em diu que van néixer el mateix dia, que tenien la mateixa llevadora, que anava d'una casa a l'altra. Tot i que ell era una persona important, tenia el tractament de "Don" em diu, per corroborar-ho, però es veu que no ho semblava gens.
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