El último libro recién publicado por Eduard Puig Vayreda con el título El jardí de Dionís (L'entorn cultural del vi) ha logrado tumbarme, embriagado y feliz. El título resulta relativamente engañoso. No es solamente un libro sobre la cultura del vino. En realidad es una historia enciclopédica y espumosa de Catalunya y el Mediterráneo en general, que me ha recordado las obras de referencia de Pierre Vilar o Fernand Braudel. Una auténtica panorámica exhaustiva y muy bien escrita sobre nuestra civilización, explicada a través del hilo conductor de la viña. Puig Vayreda no es solo un enólogo experimentado y un estudioso veterano. También es un escritor de primera línea, como se adivinaba en sus libros anteriores, enumerados y fechados en la solapa de este. La opción editorial de publicar El jardí de Dionís como libro profusamente ilustrado a todo color le añade una riqueza gráfica evidente, aunque al mismo tiempo lo carga. El texto por sí solo merecería una segunda edición de bolsillo que pusiera de relieve la calidad y amenidad del trabajo, sostenidas con las únicas armas de la palabra
magistralmente expresada.
Ningún lector de El jardí de Dionís debe caer en la tentación de considerarlo un coffee table book, un “libro de santos” para hojear como si se tratara de una historia del arte ilustrada, que también lo es. Ha sido publicado por Brau Edicions de Figueres y cuesta 39 €, un precio justificado y retribuido por los amplios conocimientos que proporciona.
magistralmente expresada.
Ningún lector de El jardí de Dionís debe caer en la tentación de considerarlo un coffee table book, un “libro de santos” para hojear como si se tratara de una historia del arte ilustrada, que también lo es. Ha sido publicado por Brau Edicions de Figueres y cuesta 39 €, un precio justificado y retribuido por los amplios conocimientos que proporciona.
Representa sin duda la culminación de la especialidad de Puig Vayreda, el do de pecho de toda su obra ensayística. Pero no puede convertirse de ningún modo en el canto del cisne del autor.
Una vez demostrada con creces su erudición y la enorme capacidad de expresarla de forma comprensible, Puig Vayreda nos queda a deber otro libro con la misma ambición y a la misma altura. Otro libro en que permita dejar volar libremente su acerada ironía y soltar la brida de los convencionalismos, con aquel toque elegante de irreverencia que solamente dominan algunos viejos republicanos federales de Figueras (y también alguno de Palafrugell, debe reconocerse).
Conoce bien a los clásicos y elige la mejor cita de Josep Pla: "Lo que el vino ha hecho por crear cosas de calidad, por producir chispazos de inteligencia, por afinar los sentidos y el gusto, por evitar el ridículo, por suscitar el amor, por enriquecer la comprensión, por avivar la vida del espíritu, por fomentar la bondad, por desarrollar la sensibilidad, es inenarrable por su propia desorbitada extensión. El vino constituye un elemento inseparable de la vida".
Una vez inclinado ante Pla, Puig Vayreda apostilla: "Sensatamente les debería añadir: ¡pues ya queda todo dicho!". A partir de ahí construye sus 350 páginas, com quien acaricia la viña predilecta a lo largo de toda una vida.Un grandísimo y chispeante trabajo.
Conoce bien a los clásicos y elige la mejor cita de Josep Pla: "Lo que el vino ha hecho por crear cosas de calidad, por producir chispazos de inteligencia, por afinar los sentidos y el gusto, por evitar el ridículo, por suscitar el amor, por enriquecer la comprensión, por avivar la vida del espíritu, por fomentar la bondad, por desarrollar la sensibilidad, es inenarrable por su propia desorbitada extensión. El vino constituye un elemento inseparable de la vida".
Una vez inclinado ante Pla, Puig Vayreda apostilla: "Sensatamente les debería añadir: ¡pues ya queda todo dicho!". A partir de ahí construye sus 350 páginas, com quien acaricia la viña predilecta a lo largo de toda una vida.Un grandísimo y chispeante trabajo.
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