Los 300 habitantes censados de la pequeña isla francesa de Porquerolles, conectada a veinte minutos de barco de línea con la ciudad de Tolón, en plena Costa Azul provenzal, residen en el paraíso sin saberlo. Viven del turismo de temporada, como todo el litoral del Mediterráneo europeo y parte del otro. La circulación motorizada solo está permitida a residentes, mientras que los miles de visitantes forman un enjambre zumbador de bicicletas de alquiler con solo desembarcar. Abundan hoteles, alojamientos turísticos y amarres de embarcaciones de recreo. Hasta hoy la isla se asociaba a la celebridad del prolífico y atormentado
escritor belga Georges Simenon, uno de los más vendidos de la historia de la literatura, quien vivió aquí por temporadas desde 1924, cuando aun no había triunfado y subsistía con la venta de los cuadros de su primera mujer pintora, hasta la guerra mundial de 1940. Actualmente su Mas du Langoustier es un restaurante caro.
escritor belga Georges Simenon, uno de los más vendidos de la historia de la literatura, quien vivió aquí por temporadas desde 1924, cuando aun no había triunfado y subsistía con la venta de los cuadros de su primera mujer pintora, hasta la guerra mundial de 1940. Actualmente su Mas du Langoustier es un restaurante caro.
Josep Pla dice que entrevistó a Simenon en la isla durante el turbio año 1937. No se ha aclarado si la larga y deliciosa entrevista fue inventada. En el ensayo Simenon i la connexió catalana, ganador del Premio Joan Fuster de Ensayo en 2006, Xavier Pla la califica de misteriosa.
La filigrana planiana de la descripción de la isla y la conversación, inventada o real, se pueden releer en los Retratos de pasaporte del volumen 37 de su Obra Completa, en realidad una traducción al catalán de la segunda de las tres versiones que publicó: en 1940 en el diario Arriba, en 1942 en el semanario Destino y en 1945 en esta misma revista, cada vez retocada, ampliada y matizada de nuevo.
La filigrana planiana de la descripción de la isla y la conversación, inventada o real, se pueden releer en los Retratos de pasaporte del volumen 37 de su Obra Completa, en realidad una traducción al catalán de la segunda de las tres versiones que publicó: en 1940 en el diario Arriba, en 1942 en el semanario Destino y en 1945 en esta misma revista, cada vez retocada, ampliada y matizada de nuevo.
La isla de Porquerolles suma desde este verano un nuevo foco de atracción, la casa provenzal entre viñedos convertida en amplio museo de 300 piezas de arte moderno por el banquero mecenas Édouard Carmignac y su hijo Charles. En la sala subterránea de exposición de la Fundación Carmignac se tiene que entrar con los pies descalzos, para conectar con la energía de la piedra...
Relean el Retrato de pasaporte de Josep Pla sobre Porquerolles y Simenon. Parece escrito ayer mismo y también conecta con la energía de la piedra. Cuando acusaron al escritor francés Blaise Cendrars de haberse inventado el viaje de su famoso libro Prosa del Transiberiano, replicó: “Qué importa que yo haya subido, si les hice subir a todos!”.
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