29 mar 2021

Josep Pla no tiene el Premi d’Honor, solo calles y plazas en todo el país

Si el nomenclátor que bautiza calles y plazas de cada municipio no deja de ser un termómetro de los valores cambiantes de cada época, se puede concluir que Josep Pla ha triunfado no solo como uno de los prosistas catalanes más leídos, también como personaje público. En la actualidad el escritor tiene calles a su nombre en Barcelona, Tarragona, Martorell, Tiana, Mataró, Sant Andreu de la Barca, el Masnou, Calafell, Porqueres, Cornellà de Terri, Anglès, Salt, Sarrià de Dalt, Santa Coloma de Farners, L’Armentera, Platja d’Aro, Gironella, Caserras, Collbató. Tiene igualmente avenidas en Palafrugell, Lloret de Mar y Reus, así como paseos en Puigcerdà, Besalú, Vilanova del Vallès, La Seu d’Urgell y Sant Julià de Vilatorta. Finalmente, plazas en Girona, Parets del Vallès, L’Hospitalet de Llobregat, Badalona, Figueres y Puigcerdà. El Premio de Honor de las Letras Catalanas, que concede la entidad Òmnium Cultural, no le fue otorgado. Tampoco a Gaziel, Ferran Soldevila ni Josep Carner.
En mi último libro sobre el personaje, Josep Pla o la vitalitat, acabo diciendo: “El precio que Pla tuvo que pagar para subir al podio de los más leídos, reservado a pocos escritores de cada lugar, ha consistido en alguna infracción a su versión de las cosas, alguna recolocación de cada uno de sus libros, alguna ingerencia en el coto de la interpretación más ortodoxa de su obra. Son los inconvenientes propios de un público que se renueva y un signo de vitalidad de todos --de su apuesta personal y también del país, aunque a veces pueda ser una vitalidad miope, mezquina o discutible. Mientras agonizaba en el dormitorio del Mas Pla, agarraba la mano del editor Vergés y le preguntaba con un último hilo de voz: "¿De veras se leen mis libros?". Sí, se leen sus libros. La vida de una lengua y una literatura --dos cosas a las que Pla se dedicó sin límite-- no está hecha tan solo por una suma de libros publicados, sino por la percepción social que consiguen despertar”.


1 comentarios:

  1. A Pla se le aprecia, se le respeta y se le admira a pesar de la mala prensa que Omnium se encargó de difundir.
    Saludos
    Francesc Cornadó

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