Esta semana ha llegado la nieve al Pirineo, las estaciones de esquí propiedad de la Generalitat se preparan a perder dinero por un tubo y la privada de Baqueira-Beret a ganarlo a montones. Por alguna razón poco comprensible, la Generalitat es propietaria de cinco estaciones de esquí (La Molina, Núria, Espot-Port Ainé y Vallter, a las que se sumó el pasado año Boí-Taüll), rescatadas con dinero público al quebrar por falta de rentabilidad. Esas cinco estaciones aumentaron las pérdidas la temporada pasada, hasta 9 millones de