28 abr 2014

Las islas también se privatizan, como casi todo

Venecianos de pura cepa quedan más que de lo que parece a los visitantes y se acaban de movilizar contra la decisión del gobierno italiano de subastar la concesión a empresarios privados durante 99 años de la isla Poveglia de la laguna, lanzando una campaña que propone que cada ciudadano interesado ponga 99 € para que siga siendo pública. La laguna es el hábitat de los venecianos y la destinan a usos colectivos muy variados. La ciudad de los primeros siglos no fue más que el centro de un conjunto de pequeños reinos insulares distintos, la isla mayor, la que ofrecía más posibilidades de vida y hacia la que emigró la mayoría
de habitantes de las demás, que en los casos más cercanos acabaron anexionadas físicamente. Hoy se estructuran en islas mayores integradas en el centro urbano, aunque diferenciadas (Giudecca, San Giorgio Maggiore), islas mayores de la laguna norte (Lido, Murano, Burano, Torcello) y la constelación de 34 islas menores, como la de Poveglia (en la foto). La reconversión hacia nuevos usos de establecimientos turísticos o bien de recreo público de los venecianos representa un termómetro de la tendencia regeneradora de la ciudad y es objeto de una reivindicación muy presente.
La compra-venta de islas que en algún momento lograron ser registradas como propiedad privada o bien su arrendamiento a largo plazo es una constante, también en Cataluña (la isla de S’Arenella, en Cadaqués) y las Baleares. El año 1990 una agencia inmobiliaria mallorquina puso en venta por 24 millones de pesetas S'Illeta, a 70 metros de la costa de Sóller, con una extensión no edificable de 33 hectáreas, sin suministro de agua dulce. El mismo año se vendió la isla de Gallinara, en la costa amalfitana de Italia. Tres años más tarde ofrecían por 17 millones de francos franceses la isla Petit Ribaud, cerca de Porquerolles (Costa Azul), con una hectárea de superficie, puerto privado y chalet de 235 metros cuadrados edificados. En 2007 se vendió la isla ibicenca de 6 hectáreas de Sa Ferradura por un importe que la revista norteamericana Forbes cifraba en 32’99 millones de euros (la de Tagomago, en las mismas aguas, fue vendida poco antes por 7’5 millones de euros). 
En un contexto histórico más general, la isla de Manhattan fue comprada en 1606 por un colonizador holandés a los indios autóctonos mediante un lote de tejidos, collares y baratijas valorado en 24 dólares de la época, del mismo modo que España vendió las islas Carolinas y las Marianas a Alemania por 25 millones de pesetas en 1899. Hoy las islas se compran y se venden de otra manera, a través de la economía turística y las propiedades de los extranjeros, favorecidos en su poder adquisitivo por situaciones económicas muy desiguales dentro de la propia Unión Europea. Es la diferencia entre la guerra militar y la guerra económica.
 El Fondo Heleno de Privatizaciones, nombre que adopta la agencia gubernamental encargada de la privatización masiva de compañías y bienes públicos de Grecia por imposición de la “troica” de organismos internacionales de acreedores, ha anunciado la lista de 47 islas griegas deshabitadas puestas en el mercado inmobiliario internacional como sistema de obtención de ingresos. Consiste en arrendarlas mediante un contrato de 30 o 50 años, para evitar les críticas de venta de territorio. Grecia dispone de 1.440 islas, de las que 227 son habitadas. De hecho, algunas islas griegas de propiedad privada se encuentran siempre en venta en los catálogos on line de las dos principales agencias inmobiliarias especializadas, Private Islands Inc y Vladi Private Islands, por ejemplo la de Patroklos (320 ha a 50 km de Atenas) por 180 millones de euros. Un emir de Catar ha comprado recientemente la de Oxia (cerca de Ítaca) por 5 millones de euros. 
En el planeta Tierra en general –una esfera con tres cuartas partes de agua—la cantidad de islas es casi tan infinita como las estrellas del cielo. Los atlas certifican unes 400.000, sin contar las fluviales (el núcleo de Nueva York es la isla fluvial de Manhattan, como el de París es la Ile de la Cité, por poner un ejemplo). Solamente el Mediterráneo hispánico suma más de 200 islas menores, al margen de la entidad de las Baleares y Pitiusas. No debe pensarse solo en confettis marítimos, dado que la isla de Australia tiene 7'7 millones de kilómetros cuadrados y la de Groenlandia 2'2 millones. Islandia se llama así porque reúne a10.000 islas e islotes, el mismo número que Indonesia. Algunas primeras potencias mundiales son islas: el Reino Unido, Japón. 
La de Poveglia, en la laguna veneciana, desea seguir siendo pública, si un número suficiente de ciudadanos ponen 99 € para a la concesión durante 99 años.

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