13 nov 2019

Llegaremos más cerca que nunca al Sol, mientras la Tierra se apaga

La Agencia Espacial Europea acaba de anunciar el lanzamiento de una sonda que se acercará más que nunca al Sol (concretamente a 4,4 millones de km) para estudiar su entorno que regula el clima del planeta Tierra. Los nuevos datos científicos que pueda aportar son aun una incógnita, pero pueden resultar de una precisión que de por sentados con demasiada rapidez los conocimientos básicos de la población sobre el astro central de nuestra galaxia. De entrada una galaxia suma millones de estrellas. La diminuta migaja del modestísimo planeta Tierra es una estrella de la galaxia de la Vía Láctea que orbita alrededor del Sol, es un satélite del Sol. El planeta Tierra no alcanza la categoría de estrella porque no produce su propia luz. Sería
completamente intrascendente, banal y anónimo si no fuese el único entre los millones de planetas existentes en que sabemos que se ha desarrollado vida, desde las primeras moléculas bacterianas hasta la vida inteligente del Homo más o menos sapiens.
Los astrofísicos disponen de herramientas de investigación cada vez más afinadas. Si embargo, en el pequeño planeta donde viven, sus progresos científicos se ven contrapesados por una lenta destrucción paralela de los equilibrios que han hecho posible la evolución de la vida. Cada día conocemos mejor el mundo exterior de nuestro planeta, mientras vamos carcomiendo su interior.
El simple hecho básico de que la Tierra gira alrededor del Sol costó milenios admitirlo. El Vaticano pidió perdón apenas el año 2000 por la ejecución en la pira del fraile Giordano Bruno, quemado vivo por la Inquisición el año 1600 en Roma por sostener que la Tierra giraba alrededor del Sol y no a al revés, como afirmaba la doctrina oficial. Su contemporáneo Galileo Galilei se escapó por los pelos, tras abjurar de la misma teoría mientras murmuraba “Eppur si muove”...
El primer paso de gigante del conocimiento vino dado por los principios de la gravitación universal de Isaac Newton en 1685. El segundo, por el estudio de Charles Darwin El origen de las especies en 1859. El tercero, por la teoría general de la relatividad de Albert Einstein en 1915. El cuarto, por la teoría del Big Bang como origen del Universo, formulada per varios científicos a partir de 1929. Desde entonces los conocimientos se han acelerado, las destrucciones también.

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