Esta foto la he tomado en Pisa (Toscana), lejos de Palermo (Sicilia). Hoy se cumple el 25 aniversario del asesinato en la capital siciliana a manos de la mafia del juez Paolo Borsellino. Su adjunto, el juez Giovanni Falcone, a la izquierda de la foto, fue abatido en la misma ciudad y por los mismos autores 57 días más tarde. Eran los dos magistrados que dirigían la investigación contra la mafia después de la detención de los primeros arrepentidos. Borsellino y Falcone no fueron, ni mucho menos, los primeros ni los últimos asesinados de la Cosa Nostra, la Camorra o la Ndrangheta. Pero marcaron un vuelco, se convirtieron en símbolo todavía muy presente en Italia de rebelión contra las mafias --les grandes y las pequeñas--, el
inicio de una especie de “¡Sí se puede!” frente a las extorsiones, los homicidios, la corrupción tentacular del crimen organizado
inicio de una especie de “¡Sí se puede!” frente a las extorsiones, los homicidios, la corrupción tentacular del crimen organizado
Naturalmente, a la mafia apenas le causa cosquillas lo que puedan pensar o decir los ciudadanos. Pero ahora los mafiosos no gallean tan abiertamente como antes, no son los señores de la guerra impunes, intocables. Se han refugiado en los grandes negocios de guante blanco, dominan la obra pública, los paraísos fiscales, empresas legales. Sus negocios fraudulentos son más pactistas y menos ostentosos.
Tras el asesinato de los jueces Borsallino y Falcone las mafias siguen siendo una poderosa multinacional, pero existe la antimafia entre la gente de la calle. La hermana del juez Borsellino, Rita Borsellino, ha manifestado: “No hay voluntad política de acabar con la mafia. La hubo con las Brigadas Rojas y fueron derrotadas, La Cosa Nostra, no ”
El periodista catalán Joan Queralt ha dedicado media vida a escribir el monumental libro Crónicas mafiosas. El subtítulo reza: Sicilia 1985- 2005, veinte años de mafia y antimafia. El joven periodista napolitano Roberto Saviano se ha hecho un nombre en todo el mundo tras la publicación de su obra Gomorra. Viaje al imperio económico y al sueño de dominio de la Camorra.
Es probable que las mafias no hayan perdido ni un metro de terreno, igual que la economía subterránea en general. Seguramente ahora contratan a más empresarios que pistoleros, matan menos y tienen más poder. Pero después del asesinato de Borsellino y Falcone nunca más se ha hablado igual de la mafia. Se ha hablado más y de otra forma. Es su victoria, hoy hace 25 años. In honorem.
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