Ayer participé como entrevistado en el rodaje del documental televisivo que dirige Jaume Grau y presenta Elisabet Carnicé (en la foto) para el programa “Sense ficció” de TV3 sobre la rocambolesca historia del matrimonio Woevodsky y su castillo de Cap Roig en Calella de Palafrugell. En 1927 llegó a la localidad un ruso que mostró la misma disposición a comprar y gastar que los de ahora. Nicolás Voevodsky Arapoff lanzó voces para adquirir todos los terrenos costeros del pueblo que le ofreciesen. De entrada nadie le creyó. Entonces las “malas tierras” boscosas e improductivas del litoral no valían nada en comparación con los terrenos cultivables de la segunda línea. Sin embargo Woevodsky cumplió, hasta sumar 17 hectáreas
costeras en sus manos. En 1928 el Ayuntamiento de Palafrugell le concedió la licencia de obras de lo que sería, con el paso de muchos años, el castillo de Cap Roig.
costeras en sus manos. En 1928 el Ayuntamiento de Palafrugell le concedió la licencia de obras de lo que sería, con el paso de muchos años, el castillo de Cap Roig.
La novelesca historia de Voevodsky arranca con su nacimiento en 1888 en la corte zarista de San Petersburgo, hijo de un aristócrata que le envió de agregado a la embajada rusa de Londres al aproximarse la revolución bolchevique de 1917. Allí se casó en segundas nupcias con la enérgica inglesa Dorothy Webster, artífice junto a él de la aventura de Cap Roig.
Los acaudalados rusos blancos de Londres y París soñaban con poseer una villa en la costa mediterránea, preferiblemente hecha a medida. Nicolás Voevodsky se convirtió en promotor y arquitecto de esas villas y su mujer en decoradora y diseñadora de los jardines. Fue el medio económico para construir su propio castillo de Cap Roig.
Modelaron a partir de 1929 los destacados chalets de La Perica i La Musclera en el camino de Tamariu, el castillo Madeleine en el paraje de Treumal (Calonge), el chalet de Cala Seniá, la casa del Cap de Planes, la ampliación de la Casa Verdaguer o Baños d’En Caixa en el Canadell de Calella de Palafrugell, y la Casa Audouard y sus arcos característicos en primera línea del Port Bo.
Abrió el jardín botánico de la finca a la visita pública a partir de 1934. No pudo culminar el castillo hasta 1974, gracias al contrato vitalicio de cesión de la finca a su muerte a la Caja de Ahorros de la Diputación de Girona, actualmente absorbida por la entidad “valenciana” CaixaBank. Nicolás Woevodsky murió en 1975, Dorothy Webster en 1980.
Los actuales visitantes del jardín botánico o los asistentes al festival de verano conocen muy poco los orígenes del castillo de Cap Roig, la procedencia del “legado de un sueño”, como titulé el libro que dediqué el año 2000 al “ruso” y la “rusa” que llegaron a Calella de Palafrugell con la intención de comprar todos los terrenos costeros que les ofrecieran, y lo cumplieron.
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