El último libro publicado por Xavier Garcia con el título El Sud de nou revisitat (Cossetània Edicions) está admirablemente escrito por una razón: a lo largo de toda una vida de recorrer los caminos de las comarcas tarraconenses y del Ebro con el corazón en la mano el autor se ha injertado con el vocabulario caudaloso de ”lo riu”, el estilo esbelto de los olivos, los algarrobos y las higueras, el jugo dorado de las palabras de secano. Algunos encontrarán la mirada de Xavier Garcia ingenua, de escasa malicia, de una extraña ausencia de tortuosidad, a pesar de que el escritor y militante ecologista sabe perder con mayor elegancia que muchos ganadores de colmillos ensangrentados a la hora de administrar sus victorias en un mundo de cizaña. “Sin libertad de crítica no hay elogio halagador”, dice el personaje de Beaumarchais en Las bodas de Fígaro, por eso añado que a la magnífica prosa literaria de Xavier Garcia le duele por momentos el oficio de periodista, nuestra manía de informar más que describir,
de proporcionar datos en lugar de interpretarlos. Es un pliegue de la profesión, una arruga del estilo compensada per el vuelo lírico que constituye la grandeza de este libro en muchos otros momentos.
de proporcionar datos en lugar de interpretarlos. Es un pliegue de la profesión, una arruga del estilo compensada per el vuelo lírico que constituye la grandeza de este libro en muchos otros momentos.
Con un tono memorialístico finísimo, al autor emprende un repaso panorámico de las circunstancias en que conoció cada lugar. Hace una radiografía rabiosamente actual del territorio cotidiano y del holocausto agrario. La tentación melancólica y el aire de balance son inevitables, sin embargo al observador le queda suficiente pasión per amarlos aun como la primera vez.
Dice en la página 131: “Son quienes sostienen la vida en los pueblos –y más en los más pequeños—a través de las pensiones de jubilación, son quienes, en régimen de pequeña propiedad o aparcería, siguen cultivando las tierras a pesar de saber que los precios finales que percibirán siguen siendo injustos. Son los payeses que han ido quedando, quienes a lo largo del tiempo (aunque últimamente con mayor dificultad) han llenado plazas y calles, ramblas y palacios de congresos, también carreteras con tractores protestando, reclamando airados ‘¡Queremos la mitad de lo que nos roban!’”.
Tal vez las comparaciones sean odiosas en algunas ocasiones, no siempre. Con frecuencia las cosas se clarifican precisamente por contraste con otras, por comparación. La larga lucha de Xavier Garcia por recopilar, biografiar y reeditar al autor tarraconense Artur Bladé Desumvila, marginado en pleno apogeo del coetáneo ampurdanés Josep Pla, ha sido una tarea quijotesca indispensable. Toda la obra personal escrita por Xavier Garcia apunta en la misma dirección. Igual que a Bladé, la literatura dominante se lo reconocerá de forma muy relativa. Son autores del sur, aunque sea nuestro gran sur.
El libro no incorpora al final un Índice Onomástico porque enumerar a todos los citados –cada uno en su contexto preciso—habría sido tan voluminoso como el texto de la obra. Por el contrario incluye una Bibliografía de Xavier Garcia ordenada por año de edición de cada uno de sus trabajos. Además de una bibliografía, es un manifiesto, una proeza personal.
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