Al vino de Bañuls ya no le basta con una campaña publicitaria de impacto

En 1982 los viticultores de Bañuls lanzaron a escala de toda Francia esta campaña publicitaria que marcó época. El estilo gráfico tenía como principal objetivo rejuvenecer la imagen de un vino muy tradicional, tanto en la versión de mesa como de vino dulce aperitivo o de postres. Entonces lo lograron y en 2011 la cooperativa que reúne a 700 productores de la denominación inauguró una nueva bodega ultramoderna en el Mas Ventós, de la que aun arrastran la deuda con dificultad creciente. La extensión de bancales de piedra seca y viñas verdes a la orilla del mar que dibuja la personalidad del vino de Bañuls a lo largo de los cuatro municipios de la denominación (Bañuls, Collioure,
Port-Vendres y Cerbère) representa a la vez su talón de Aquiles, por el coste de producción más elevado que en los viñedos del llano extensivos y mecanizados.

A pesar de su renombre, las cifras del vino de Bañuls son reducidas. De las 30.000 hectáreas de viñedo del Rosellón, tan solo 1.500 pertenecen a la denominación Bañuls Ni siquiera domina en la categoría de vinos dulces naturales, la mayoría de los cuales proceden ahora del llano de Rivesaltes y Maurí.

El inconveniente del terreno en pendiente, que las lluvias escasas pero violentas pueden descarnar hasta el hueso, dio pie a la técnica de los bancales escalonados de piedra seca, a veces sin más de dos metros de ancho útil. El vino de Bañuls constituye un territorio milenario y una cultura empedernida, probablemente la más antigua de este extremo del Mediterráneo, sin embargo a partir de ahora necesitará algo más que una buena campaña publicitaria para absorber deudas y sobrevivir de forma rentable.