5 dic 2020

Cierra la boutique Carlane de Perpiñán, no cierra la amistad

Durante algunos años atravesé con frecuencia la plaza de la catedral de Perpiñán por varias razones, entre las que no figuraba la entrada al templo. Si era de noche y las tiendas habían cerrado, iba para oír mis pasos y el rumor del agua de una de las fuentes más “italianas” de este país, modelada con un mármol rosado casi carnal. Durante el día la atravesaba para acudir al restaurante Saint-Jean de la esquina, echar un vistazo a la floristería o a la librería de ocasión y, sobre todo, asomarme a la Boutique Carlane y saludar a las hermanas Irène Rieu y Margaret Morillas, cuya amabilidad ligaba a la perfección con el encanto de esta plaza del centro histórico. El establecimiento lo fundó en 1972 su madre, Louise Morillas (en la foto adjunta con sus hijas, a raíz del cuarenta aniversario de la tiensa). Con el paso del tiempo se convirtió en la principal boutique de moda femenina de la ciudad.
Irène Rieu formó parte durante trece años de la junta de la Cámara de Comercio y llegó a presidir la federación departamental de asociaciones de comerciantes. Su marido es el colega del diario L’Indépendant Bernard Rieu. Sus hijos, encabezados por el mayor, Fabrice Rieu, han dinamizado el mundo local de vino con iniciativas propias y cargos corporativos.
A veces también atravesaba la plaza de la catedral perpiñanesa para ir a comer o a cenar en casa de Bernard e Irène Rieu, que viven en la calle adyacente. Cocinaba siempre la dueña de casa, ayudada por el marido, a pesar del trajín del día en la tienda. La Boutique Carlane cierra este 31 de diciembre, después de cuarenta y ocho años de actividad. Cierra con una enorme capital acumulado de amistades.







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