Los edificios circulares con cúpula semiesférica son típicos del estilo bizantino y poco habituales en nuestras latitudes. La capilla de Sant Jordi que el arquitecto Guillem Cosp levantó en 1953 en la urbanización llamada Condado San Jorge, en el sector de Treumal del término de Calonge, adoptó esta forma por razones que se ignoran, probablemente sin más razón precisa que la decisión del arquitecto. Ha terminado siendo propiedad de la iglesia bizantina, vendida por el obispado de Girona en 2014 a una rama ucraniana de los cristianos ortodoxos, debido al volumen creciente de residentes rusos en la zona. La capilla, con su peristilo o galería de columnas, es muy visible al pie de la carretera entre Platja d’Aro y Palamós. De la venta quedó excluida una de las célebres esculturas de Sant Jorge que contenía, obra de Joan Rebull, trasladada a la iglesia del Carmen de Calonge. Otros San Jorges destacados de Rebull figuran hoy en la fachada de la casa barcelonesa Tecla Sala de la calle Pau Claris esquina Casp y ante la fachada de la Diputación, en Diagonal con Rambla Catalunya. También es obra suya la “Venus mediterránea” que preside entre arcadas la piscina del Hostal La Gavina de S’Agaró.
Joan Rebull fue uno de los escultores catalanes más reconocidos del siglo XX. Tras haber ejercido de diputado de Esquerra Republicana en el Parlament de Catalunya, marchó al exilio. Al regreso en 1949 hizo escultura religiosa en Montserrat y varias iglesias catalanas. Su tumba en la ciudad natal de Reus se ve presidida por una copia de la escultura “Los tres gitanillos”, la misma que se contempla en bronce en el patio de entrada del Ayuntamiento de Barcelona.
El Sant Jorge calongino de Rebull, pese a que el legendario caballero fuese originario de la Capadocia antiguamente bizantina, no quiso saber nada y se mudó.
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