10 feb 2021

Fra Angelico no respira igual en Madrid que en Florencia

El luminoso retablo de la Anunciación pintado por Fra Angelico hacia 1450 en Florencia que el museo del Prado exibe en su colección permanente es más elaborado que el fresco de este pintor sobre el mismo tema que se contempla en el convento de San Marco de Florencia. Sin embargo la Anunciación florentina de Fra Angelico juega con un as en la manga. Se halla en el mismo lugar donde fue pintada, en la escalera de acceso al primer piso del convento, que siguen subiendo los visitantes de hoy. Topan materialmente con ella, tras un súbito recodo del último tramo de escalera. El efecto sorpresa provoca un instante de vacilación ante la presencia de una obra tan conocida a través de las reproducciones. El visitante no puede mantener impertérrito el paso. Duda sobre la conveniencia de prolongar aquel instante de inmovilización para contemplar la obra desde el inusitado ángulo inferior que facilita el desnivel, con la escena enmarcada por el portal e iluminada por la luz natural de las ventanas laterales.
El ángulo de visión desconcierta, aunque la pintura de Fra Angelico carezca de la pasión por la perspectiva de otros contemporáneos renacentistas y faborezca una elevación sin artificio. La composición de la escena es prácticamente idéntica en las dos Anunciaciones del mismo autor que se admiran en el Prado y Florencia. El arcángel Gabriel, de poderosas alas, comunica el milagro a María, colocados ambos bajo una logia o galería cubierta.
La del Prado, procedente del convento florentino de Fiesole, suma escenas colaterales y un trabajo de conjunto más minucioso de los detalles. Pero una obra maestra no respira igual una vez trasladada a las salas de una pinacoteca nacional –por más que reciba todas la atenciones que merece-- que en la misma pared donde fue pintada siglos atrás.


0 comentarios:

Publicar un comentario