1 feb 2021

Robert Ruark, descubridor sin descubrir de la Costa Brava

Robert Ruark era un escritor famoso en Estados Unidos que con la renta de los derechos de autor pudo llevar una vida de millonario de 1953 hasta morir en 1965 en un chalet de la playa de Sant Antoni de Calonge con dos sirvientas (foto adjunta), secretario, jardinero y chofer de sus dos coches Studebaker y Roll-Royce, para los que mandó construir un garaje de diseño a los arquitectos emergentes Enric Tous y Josep M. Fargas. Descubrió el lugar a raíz de la amistad con la actriz inglesa Madeleine Carroll, residenciada en el Castillo Madeleine de la misma localidad cuando no se encontraba rodando en Hollywood. Ambos fueron responsables de los veraneos de Truman Capote en Palamós en 1960 y 1961, así como de las visitas de Ava Gardner (originaria de Carolina del Norte como Ruark),

David Niven, Robert Mitchum, John Wayne, Peter Sellers y Lee Radzivill, entre otros. Su primer best-seller Something of Value, ambientado en Kenia, fue escrito en Calonge y llevado al cine en 1957. Alcanzó un nuevo éxito con The old man and the boy, lo que le arrastraría a verse calificado de “pequeño Hemigway”. Sus artículos semanales eran distribuidos por una agencia americana a doscientos diarios y algunos ya hablaban de la degradación urbanística de la comarca, como el del 1955 “Secret of Costa Brava Is Leaking Out”.
Josep Pla le retrata en el libro Escrits empordanesos como “hombre de una gran vitalidad, borracho, trabajador infatigable, que tenía la manía de imitar a Hemingway”. Su secretario, Alan Ritchie, acabó escribiendo la biografía Ruark, remember by the man who knew him best.
Está enterrado en Palamós por voluntad propia y no se le recuerda mucho.

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