El Ayuntamiento de Barcelona acaba de informar con la simulación fotográfica adjunta sobre cómo será el futuro mercado de la Abacería en su emplazamiento de siempre en la Travesera de Gracia. Lucirá tanto como el de la Concepción, el de Sant Antoni o cualquier otro de los quince ya rehabilitados dentro de la red de mercados municipales barceloneses. También se encuentra en obras el de Sant Andreu en la plaza porticada neoclásica del Mercadal, auténtica joya en uno de los antiguos pueblos con carácter anexionados desde comienzos del siglo XX. Barcelona dispone hoy de una extraordinaria red de mercados municipales que otras grandes ciudades han perdido por falta de renovación y por la especulación inmobiliaria. Es mérito del alcalde Maragall, que puso el reto en manos del teniente de alcalde de Urbanismo Josep M. Serra Martí, quien contrató al joven ejecutivo Adolf Cabruja como coordinador.
La situación actual de la espléndida red la hemos expuesto Àngela Vinent y yo en el reciente libro Cuines amagades. Ruta gastronòmica pels bars dels 40 mercats de Barcelona (Cossetània Edicions). Sin embargo tiene una cara oscura: la innecesaria lentitud de las obras de remodelación, derivada de los vicios de la burocracia administrativa.
El mercado de la Abacería se trasladó al emplazamiento provisional en julio de 2018 y han sido precisos cerca de tres años solo para el derribo de una parte de la antigua estructura. El mercado de San Andreu se mudó en noviembre de 2017 para dejar paso a las obras, que se hallan en la misma situación soñolienta. Ningún responsable ha asumido el compromiso de una fecha de finalización.
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